lunes, 3 de mayo de 2010

La plata

La Plata
“…Y cuando en 1828 Santiago Bevans diseña su ciudad con diagonales, en realidad esta heredando las pautas o principios definidos por Vasari, pero también la experiencia de cientos de ciudades ya construidas en la America colonial. Las ciudades republicanas son una fascinante mezcla de colonia y libertad, de pasado y futuro, de principios modernos como la higiene, el verde el parcelamiento, pero que afortunadamente no negaron del decoro, el gesto amplio, la voluntad de forma urbis de la ciudad ideal renacentista. La Plata, creada en 1882 en forma totalmente planificada, en una gigantesca operación de solo 5 años, es un testimonio elocuente en este sentido. Nacida para ser Capital de la Provincia de Buenos Aires, La Plata como logro urbanístico producto de un modelo de sociedad en la que creyó y a la cual represento, puede cabalmente testimoniar en America Latina “la ciudad republicana”.

En Buenos Aires, capital del Virreinato del Río de la Plata, se forma el primer gobierno patrio en 1810.

La contextualización de las ideas republicanas y la ciudad que se le corresponde como una de las más claras manifestaciones de racionalidad aplicada, que supo reunir, como en pocos hechos destacables de la historia, la política, la ciencia y el arte.
Ya desde el siglo XV, con el renacimiento del humanismo y las ideas del mundo clásico, se redescubrió la republica de Platón como ideal de existencia asociada, en una democracia aun aristocrática, pero donde se reconocían los derechos de todos los ciudadanos al gobierno de la ciudad.
Ciudad ideal diseñada por Giorgio Verasi en el siglo XVI abandona el esquematismo (que surge durante el iluminismo) por una polifocalidad, los espacios públicos (como huella o configuración fundamental), las plazas como agregantes sociales, las calles y diagonales que expresan la voluntad de una forma mas abierta (con perspectiva y deseos de infinito, isomorfos a una ciencia y una filosofía que busca el universo), las manzanas regulares con parcelas amplias y calles arboladas (higiene, confort y decoro para todos sus pares) y el mantenimiento del principio de limites o forma cerrada de la ciudad total, conforman entre otros, los valores humanistas que se consagran en dicha ciudad.
Surge paralelamente a estos principios un sistema de fundación y trazado de ciudades cuyos patrones esenciales están contenidos en la conocida Ley de Indias debido a la penetración de España en el nuevo territorio americano.
Ambas ideas se suman e integran.
Desde fines del siglo XVIII había empezado una fuerte renovación proveniente de las ideas libertarias. La noción de limite es cambiada por la voluntaria ausencia de limites, la noción de equilibrio axial o biaxial es cambiada por la multiaxialidad y la unipolaridad es remplazada por la multipolaridad, podríamos referirnos entonces a una cultura pos reforma, protestante, materialista, que reconoce nuevos horizontes del conocimiento para un tiempo y un espacio mas abiertos e indeterminados. Pero en ellos también juegan un papel importante los nuevos patrones urbanísticos impuestos por los derechos del hombre: amplios espacios y proficua vegetación urbana, acordes con el higienismo.
Cuando el America Latina los países alcanzan también su independencia, comienza una nueva etapa urbanística en donde la fuerte identidad creada por la ciudad de Ley de Indias retuvo su influencia y fue posible así una simbiosis.
EL PROYECTO
“El perímetro de la ciudad es un cuadrado perfecto, limitado por un bulevar de circunvalación de 100 metros de ancho que encierra una superficie de una legua cuadrada” “La forma general de las manzanas esta representadas por cuadrados de 120 metros por costado, habiéndose dividido la ciudad en el centro por dos bulevares de 30 metros de ancho” “Entre estos dos bulevares se hicieron manzanas de 120 metros de costado y de cada lado de estos se proyectaron otras que empezando por 60 metros de ancho por 120 de fondo aumentan progresivamente de 10 en 10 hasta tener la forma general de 120 por costado. Esta división se hizo teniendo en vista la aglomeración de la población y el mayor momento que existiría en esa parte central”, “Diagonales. Se proyectaron dos diagonales de 30 metros que cortan de un extremo al otro la ciudad y seis diagonales mas que unen entre si las plazas principales y los grandes parques” Pedro Benoit
TIPOLOGIA URBANISTICA Y PATRONES ESPACIALES FUNDACIONALES.

Invariantes y valores en tres escalas tipológicas concurrentes:
El tipo urbanístico global: Combinación de los patrones de la ciudad neoclásica con los de la ciudad de la colonización, de la ciudad del iluminismo (racional, higiénica y preparada para la representación de la vida publica) con los antiguos y decantados atributos de la ciudad en cuadricula de fundación hispánica.
Trama cuadrangular de manzanas regulares, como grilla de base, con plazas como nodos y avenidas y diagonales como estructuradotes direccionales.
El Tipo urbanístico de las unidades repetitivas componentes: La configuración amanzanada, derivada de la ciudad en cuadricula pero modificada por los criterios de subdivisión parcelaria y por la intromisión de la diagonal, presento en La Plata una gama amplia de variaciones. Como consecuencia de esos encuentros geométricos diversos, surgieron múltiples combinaciones que dan una diversidad configuracional impensable en la cuadricula.
El tipo urbanístico de los encuentro atípicos: La retícula o trama amanzanada se encontró rítmicamente con su excepción: los huecos de las plazas y parques. Resultado de estos encuentros son situaciones de extremo interés, que generaron localizaciones excepcionales o usos especiales. En las topologías arquitectónicas se adoptaron dos grandes patrones: para los edificios públicos, cuerpos exentos rodeados de jardines, para las residencias y edificios menores su adecuación al parcelamiento con respeto por la línea de fachada y aprovechamiento de patios y fondos caracterizados por su privacidad.

Rubén Pesci
La ciudad como sistema de espacios abiertos, no solo garantiza un sistema abierto auto controlable, de alta diversidad, sino que permite un código simple y elocuente para completar las aspiraciones de lo urbano. El ciudadano común puede compenetrarse de la identidad de su ciudad y participar en su cuidado y evolución.
La manzana, el bloque construido predefinido, en el que se inserta el objeto arquitectónico, ha posibilitado buenos resultados funcionales y estéticos y un elevado grado de urbanidad. Cuenta con una cantidad de espacios apropiables por la mayor parte de su población, capaces de mantener la urbanidad de la ciudad, y en ella resolver las relaciones, enlaces y articulaciones de la vida asociada, esencia de la ciudad.

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